Un viaje a través de los siglos de la "manera negra"
La mezzotinta, conocida también como "manera negra" (manière noire en francés, schabkunst en alemán), emergió en el siglo XVII como una técnica revolucionaria que permitía reproducir los sutiles matices tonales de las pinturas, algo imposible con otras técnicas de grabado de la época.
Ludwig von Siegen crea la primera mezzotinta conocida, un retrato de la Landgravina Amelia Elisabeth de Hesse-Kassel.
En menos de 50 años, la técnica se difundió desde Alemania hasta Inglaterra, donde alcanzó su máximo esplendor.
Ludwig von Siegen, un soldado y grabador alemán, inventa la técnica y realiza el primer trabajo conocido en mezzotinta.
El Príncipe Rupert del Rin, sobrino de Carlos I de Inglaterra, perfecciona la técnica y la introduce en Inglaterra.
La "Edad de Oro" de la mezzotinta en Inglaterra, utilizada principalmente para retratos y reproducciones de pinturas.
Desarrollo de la mezzotinta en color, especialmente popular para reproducciones botánicas y científicas.
El declive de la mezzotinta se evidencia al comparar dos retratos de Newton: la mezzotinta ofrece suavidad y profundidad, mientras el grabado lineal aporta mayor precisión.
Renacimiento de la técnica gracias a artistas como Yozo Hamaguchi y Mario Avati, que la adaptaron al arte contemporáneo.
(1609-1680)
Inventor de la técnica. Su primera mezzotinta fue un retrato de la Landgravina Amelia Elisabeth de Hesse-Kassel.
(1619-1682)
Perfeccionó el rocker y difundió la técnica en Inglaterra, donde se hizo extremadamente popular.
(1623-1677)
Primer profesional en especializarse en mezzotinta y maestro de muchos grabadores ingleses.
Antes de la fotografía, la mezzotinta permitió la reproducción masiva de obras maestras de la pintura, haciendo el arte accesible a más personas.
Su capacidad para mostrar sutiles gradaciones de tono la hizo ideal para ilustraciones médicas y botánicas de precisión.